Compensación de la energía reactiva y su papel en el incremento del factor de potencia

En cualquier tipo de instalación eléctrica contamos con 3 tipos de energía: la activa, aparente y reactiva, siendo esta última un tipo de energía que no se convierte en energía “útil”.

Podemos definir la energía reactiva como una energía que ocupa cierto espacio en los equipos eléctricos, sin embargo, a la hora de realizar el trabajo, esta energía no es útil, es por eso que se busca reducir o eliminar la demanda de energía reactiva en el sistema.

En este artículo explicaremos los efectos de la energía reactiva, su compensación y los beneficios de dicha compensación.


Contenido de este artículo:
Energía reactiva en tus instalaciones eléctricas y sus efectos
Energía reactiva y el factor de potencia
¿Qué es la compensación reactiva?
Beneficios de la compensación reactiva

Energía reactiva en tus instalaciones eléctricas y sus efectos

Como ya se definió previamente, la energía reactiva es un tipo de energía que no termina convirtiéndose en trabajo útil. El hecho de que no se convierta en trabajo útil directamente provoca que exista un aumento en la demanda eléctrica.

Esta energía es molesta para la distribución, ya que provoca pérdidas en las redes eléctricas y que baje la potencia de la instalación, obligando a tener una mayor demanda de potencia.

Estas características de la energía reactiva en el sistema ocasionan los siguientes efectos negativos en nuestra red:

  • Pérdida de potencia útil en las instalaciones.
  • Aumento de pérdidas de energía activa.
  • Sobrecalentamiento de los conductores.
  • Menor rendimiento en los aparatos electrónicos.
  • Caídas de tensión y perturbaciones en la red eléctrica.
  • Penalizaciones por parte del proveedor de electricidad.

De forma general, la energía reactiva se genera en todo equipo que necesite campos eléctricos o magnéticos para su funcionamiento.

Energía reactiva y el factor de potencia

Como ya lo definimos en el artículo “¿Qué es el factor de potencia y en qué me beneficia?” a la energía demandada por nuestro sistema se le conoce como “potencia aparent”e.

La potencia aparente es la combinación de la potencia activa, que es el esfuerzo real o la energía que se convierte en trabajo, y la potencia reactiva la cual es energía que no se convierte en trabajo.

De los conceptos de potencia activa y potencia aparente es que obtenemos el factor de potencia, siendo este la relación entre la potencia activa y potencia aparente de nuestro sistema.

¿Qué es la compensación reactiva?

Si queremos que nuestro factor de potencia sea lo más cercano a la unidad, nuestra potencia activa debe de ser lo más cercana a la potencia aparente, o sea que debemos de reducir al máximo nuestra potencia reactiva.

Para reducir la potencia reactiva empleamos la compensación de energía reactiva, la cual es el proceso para reducir o eliminar la demanda de energía reactiva en el sistema eléctrico.

La intención de compensar la energía reactiva es conseguir un factor de potencia lo más cercano posible a la unidad, siendo esta unidad donde toda la potencia se convierte en energía útil.

Beneficios de la compensación reactiva

La compensación reactiva se realiza en las empresas, ya que aporta beneficios económicos directos amortizables en periodos de tiempo bastante cortos.

Entre los beneficios más comunes están los siguientes:

  • Reducción de la factura eléctrica, ya que se reducirá o eliminará la penalización por el consumo de energía.
  • Optimización técnica en las instalaciones al evitar el sobredimensionamiento de los componentes en la instalación.
  • Reducción en la sección de cables gracias a la reducción de pérdidas por sobrecalentamiento.
  • Menos caídas de tensión en la instalación.
  • Mayor potencia disponible en el transformador ya que la potencia aparente de la instalación se acerca a su potencia nominal, permitiendo que el transformador de potencia puede entregar más kW.

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